miércoles, 25 de noviembre de 2009

La repetida meta del ser humano

Algo brutal madura en el vacío
sembrando de ignominia las conciencias,
no es lágrima ni tampoco fuego
lejos de ser luz es el opuesto.
Aquello que oculta lo profeso
modera hasta la risa o la enmudece
eso que gobierna por decreto
monárquico y palaciego de por vida
abre y cierra los destinos como afluentes
hambreando a multitudes contemplativas.
Un vector, algo inconducente,
viboreando en el aire mal pesado,
quiebra voluntades, boicotea
como la cifra desterrada y sin valor,
pondrá de rodillas a millones
suplicantes de cara a un cielo plomiso
que tampoco esta vez será su salvador.

S.F.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

y dale que dale con el loop que zumba en espiral y te empuja hacia adelante... no queda otra

Sergio Fombona dijo...

Gracías por el comentario, saludos.

natalia dijo...

Que bueno conocer tu poesía,

saludos,

Natalia Litvinova

Sergio Fombona dijo...

Gracias, Natalia, por dejar un comentario, saludos.