domingo, 12 de diciembre de 2021

Cambio nodal

El tiempo nunca perdona, 
y ahora es menester 
dejarlo pasar mansamente, 
distraernos, dentro de lo posible, 
con banalidades; mentirnos. 
Cuando el claroscuro tiñe todo 
lo mejor es descubrir 
nuestras limitaciones, 
hacernos fuertes en la debilidad, 
caminar férreamente hacia el infinito, 
pese a que no haya certezas, 
y aunque al camino 
tengamos que abrirlo 
con las manos. 
S.F.

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