viernes, 13 de julio de 2012

Esa risa no era de Blanca, o Bianca,
así intentaba que la llamásemos,
podía ser de cualquier persona
como sus reacciones de nena, sin pensar.
Con el tiempo supimos que el mundo
era para Blanca un refugio,
y su preferencia de vivir poniendo cara
de tener algo urgente que hacer.
La madurez la fue moldeando
y el entorno le resultó
tan violento como un insulto,
perdidos para siempre
el brillo glauco de los ojos
la estrepitosa verborragia
y esa risa de honda pureza.


S.F.

2 comentarios:

NJSS dijo...

Excelentes poesías, llenas de imágenes y sentimiento, seguiré visitándote.

Saludos y Suerte

Sergio Fombona dijo...

Gracias, Nelson, por la visita y el comentario, saludos.