así intentaba que la llamásemos,
podía ser de cualquier persona
como sus reacciones de nena, sin pensar.
Con el tiempo supimos que el mundo
era para Blanca un refugio,
y su preferencia de vivir poniendo cara
de tener algo urgente que hacer.
La madurez la fue moldeando
y el entorno le resultó
tan violento como un insulto,
perdidos para siempre
el brillo glauco de los ojos
la estrepitosa verborragia
y esa risa de honda pureza.
S.F.
2 comentarios:
Excelentes poesías, llenas de imágenes y sentimiento, seguiré visitándote.
Saludos y Suerte
Gracias, Nelson, por la visita y el comentario, saludos.
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