martes, 3 de octubre de 2023

Bar El Porvenir

Por un microsegundo la mirada de Hugo se comunicó a través del grueso vidrio con unos intensos ojos cafés. No le surgió levantarse de su mesa, ni siquiera girar la cabeza para acompañar el desplazamiento de la chica, pese a haber sentido algo especial en ese ínfimo intercambio ocular. Recién con el paso del tiempo, Hugo aprendería que en la vida ninguna situación se repite, y que la palabra destino se va forjando sobre un sinuoso eje, afirmado en coincidencias semejantes a la experimentada aquella soleada mañana de agosto. 

S.F.


2 comentarios:

marini_cieloytierrah dijo...

hace mucho no venía por acá, y me trajo facebook. Me gustó el modo sintético de describir algo que nos atraviesa, aunque nada agradable cuando es certeza... gracias Sergio por compartir.

Sergio Fombona dijo...

Gracias, Mariní, por leer y dejar un comentrio, que para mí siempre resulta constructivo, saludos.