Uno espera, pero hay sequía
pasada la abundancia,
silencio de página en blanco
como testigo fiel ni un signo
cero por toda respuesta,
claroscuro y desaliento,
y aunque uno mendigue,
conjetura y merodea
hasta que el vértigo asedie,
colme y la risa estalle.
pasada la abundancia,
silencio de página en blanco
como testigo fiel ni un signo
cero por toda respuesta,
claroscuro y desaliento,
y aunque uno mendigue,
conjetura y merodea
hasta que el vértigo asedie,
colme y la risa estalle.
S.F.
2 comentarios:
Que bueno, me gustó tu actitud. Es curioso cuanto habla uno con el silencio, con el desierto, con la sequía, no?
Gracias por dejar un comentario. Saludos.
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