mis lagrimales se expresaron libremente
sentí ardor en los ojos de sueño estancado
al frotarlos se pusieron gelatinosos
y me tembló el cuerpo desde las uñas
como si alguien me zamarreara.
Vigilé en el espejo a mis cuencas acuosas
esquivaban aquella mirada enrojecida
y los dedos se entrelazaban fuertemente
mis hombros algo vencidos, la piel muy pálida,
el llanto creciendo en la experiencia plena
de una angustiante sensación de felicidad.
S.F.
2 comentarios:
Muy buen texto, mi querido escritor Fombona: me gustó eso de una angustiante sensación de felicidad. L
Gracias, Laura; pasa, te lo puedo asegurar, por suerte. Saludos.
Sergio Fombona
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