Ante la inminencia del dolor,
un dolor profundo que carcome
no hay defensa ni ataque,
apenas un dudoso contrapeso
en el hilo del que se pende.
Aunque esté muy lejos de ser tolerado
encuentra equilibrio la propia laceración,
nunca se pierde el vínculo profundísimo de lo que se es
y la nervadura del tiempo hará su propio nudo
estirará el cartílago, suturará la vena.
un dolor profundo que carcome
no hay defensa ni ataque,
apenas un dudoso contrapeso
en el hilo del que se pende.
Aunque esté muy lejos de ser tolerado
encuentra equilibrio la propia laceración,
nunca se pierde el vínculo profundísimo de lo que se es
y la nervadura del tiempo hará su propio nudo
estirará el cartílago, suturará la vena.
S.F.
2 comentarios:
Hola, mi ilustre amigo,hiciste a mis ojos algunas lagrimillas. Alguien dijo que :- " la claridad es la cortesía del filósofo ".
Me paro sobre mis certezas y convicciones,ante el profundo dolor, y doy batalla desde allí, ya que nunca pierdo la conciencia de lo que soy. Tu escrito es casi un espejo. El tiempo, espero, hará lo que tu fiel texto dice.
Gracias
Hay que apoyarse en los recuerdos, que van a ser pequeños y dichosos momentos que el tiempo no va a borrar; muy por el contrario, con el paso del tiempo los vas a celebrar, alimentando la memoria para hecerte más fuerte y seguir adelante.
Gracias por tu comentario, te mando un beso.
Publicar un comentario