Desgraciadamente para Nathalia su problema de incontinencia verbal había nacido con ella. Ya hablaba antes de haber aprendido a leer y en plena infancia reproducía a la perfección conversaciones de los mayores. La dificultad se agravó en su adolescencia, al descubrir que la belleza era un concepto y que encanto podía ser sinónimo de juventud lo mismo que inocencia de niñez. Aunque la gran revelación recién le llegaría al envejecer, cuando Nathalia por fin entendió cuál debía ser el momento razonable para hablar, pese a que en ese establecimiento Geriátrico nunca nadie le prestara atención.
S.F.
2 comentarios:
debió ser escritora, jajajaja
Sí. Gracias por el comentario, saludos.
Publicar un comentario