Cuerpo empeñado en despertar
asombro importuno
ánimo hastiado de hipocresía
bajezas y sin sentido.
Sólo queda partir
aunque hay algo incesante
horas lentas deshilachan este ahora.
Y ese zumbido retumba en el cráneo:
nuestra vida es lo que hacemos
aquello que resignamos.
Una vez y esa angustiosa lucha termina
el tiempo deslía lágrimas ajenas,
dolores marchitos, oquedades,
ni miedo al abismo ni cálculos
ni sueño ni pasado ni ausencia,
sentir la caída a secas
y ya no tratar de estar.
...zumbido retumbando en el cráneo:
nuestra vida es lo que hacemos
aquello que resignamos.
Uno puede olvidarse de sí mismo
respirar pero sin ser,
hablando solo, insultando al ocaso
rabia de saberse vencido,
porque las voces vuelven
centuplicadas aunque reconocibles
ya que nadie puede evitar lo sucedido.
...retumbando en el cráneo:
nuestra vida es lo que hacemos
aquello que resignamos
nuestra vida es
aquello...
asombro importuno
ánimo hastiado de hipocresía
bajezas y sin sentido.
Sólo queda partir
aunque hay algo incesante
horas lentas deshilachan este ahora.
Y ese zumbido retumba en el cráneo:
nuestra vida es lo que hacemos
aquello que resignamos.
Una vez y esa angustiosa lucha termina
el tiempo deslía lágrimas ajenas,
dolores marchitos, oquedades,
ni miedo al abismo ni cálculos
ni sueño ni pasado ni ausencia,
sentir la caída a secas
y ya no tratar de estar.
...zumbido retumbando en el cráneo:
nuestra vida es lo que hacemos
aquello que resignamos.
Uno puede olvidarse de sí mismo
respirar pero sin ser,
hablando solo, insultando al ocaso
rabia de saberse vencido,
porque las voces vuelven
centuplicadas aunque reconocibles
ya que nadie puede evitar lo sucedido.
...retumbando en el cráneo:
nuestra vida es lo que hacemos
aquello que resignamos
nuestra vida es
aquello...
S.F.
2 comentarios:
Sin duda Sergio, nuestra vida es aquello que resignamos...
Me encantó.
Muchas gracias, Paloma, por leer y dejar un comentario. Saludos.
Sergio Fombona
Publicar un comentario