Tanto emblema es proporcional a la desazón,
perseguir su claridad en una diaria pelea,
mirando hasta que los ojos lagrimeen,
porque jamás dejaremos de ser niños,
caprichosos, cobardes, irreflexivos
cargados de incertidumbre,
recordando y otra vez recordando
con un nudo en la boca del estómago,
aquella gloriosa puerta de entrada
al lugar de donde no se vuelve.
Siempre los errores son del pasado
pero uno finalmente sigue yendo al muere,
camina vacilante y se rebaja a sí mismo,
triste acto de creer que hay cosas posibles de alcanzar.
Nunca se crece, es aprender y aprender,
así, enarbolando esa manera ingrata
a lo que se dice y hace, sin protector,
todo queda raso, de nuevo tumbado,
grogui, boqueando tiritante, por toda la cuenta.
perseguir su claridad en una diaria pelea,
mirando hasta que los ojos lagrimeen,
porque jamás dejaremos de ser niños,
caprichosos, cobardes, irreflexivos
cargados de incertidumbre,
recordando y otra vez recordando
con un nudo en la boca del estómago,
aquella gloriosa puerta de entrada
al lugar de donde no se vuelve.
Siempre los errores son del pasado
pero uno finalmente sigue yendo al muere,
camina vacilante y se rebaja a sí mismo,
triste acto de creer que hay cosas posibles de alcanzar.
Nunca se crece, es aprender y aprender,
así, enarbolando esa manera ingrata
a lo que se dice y hace, sin protector,
todo queda raso, de nuevo tumbado,
grogui, boqueando tiritante, por toda la cuenta.
S.F.
2 comentarios:
Que bueno que todo esto nos siga sucediendo.....es la vida!!.y los errores?????...hay que caminar con ellos....no nos queda otra..jajaja.
Estoy de acuerdo, Evan, por ahí la propia vida se trata de un intento por corregir errores. Gracias por el comentario, saludos.
Publicar un comentario